Maldito tiempo.

El tiempo le cobra una renta demasiado alta para los pocos beneficios que le concede; no hay marcha atrás, no hay cómo detenerse a pensar ni a juntar los pedazos cada que se rompe. Cuando algo se rompe, el tiempo todo lo que hace es transcurrir sin cambio alguno; no regala segundos para recoger las piezas y mucho menos para unirlas de nuevo y ella lo sabe, ha decidido entonces, que no va a pedir que se detenga, que no va a recoger ni a unir nada, que no va a evitar que algo se rompa, que no le va a importar porque no hay cómo cambiarlo, el tiempo es el tiempo y es un dictador irreparable.

"Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido"

Yo no he entendido al tiempo y su irremediabilidad, no he logrado captar que no va a esperar que me recomponga y sigo acá sentada, mirando hacia la ventana en espera de tu sonrisa en medio de la lluvia. 

Que duermas mi sueño, que sueñes conmigo. 

De vuelta

Miraba a la ventana porque era todo lo que sabía hacer; escapar a sus miedos con una sonrisa y el corazón hecho pedazos. Volvió al principio, las cosas como eran: el silencio de su calle y la luz apagada en su corazón. 

Las manos le temblaban y en el pecho sentía corrientazos, no pudo dar un paso más y se dejo caer en plena calle.

Querer no siempre es bueno, pero estaba de vuelta. Sonrisa, mascara perfecta, sueños inconclusos, ojos encharcados, manos temblorosas y miedo encapuchado. 

Buenos días, mundo. Buenos días. 

No sé si te pierda para siempre.

Tenía miedo, era la última vez que iba a verle; lo sabía porque en menos de tres horas él estaría montado en un avión con rumbo a otro país; país al que ella no quería ir y aunque él regresara pronto, ella ya no iba a estar. 

- Tengo miedo por ti - Dijo Thael mirándola a los ojos - Tengo miedo de no volver a verte con vida.

- Thael...¿sabes cuánto te quiero? - suspiró ella

- Lo imagino - dijo con una leve sonrisa

Tracy se levanto de la silla, rodeó la mesa y lo abrazo, le susurró "No imaginas ni la mitad de lo que te quiero, por eso no quiero que cargues conmigo. Porque te quiero como no voy a poder querer a nadie más, y tu no puedes corresponder a eso. No quiero amarrarte a seguir intentándolo por toda la eternidad. Sueña Thael, vive como solo tu sabes hacerlo, sigue ardiendo en este mundo de muertos vivientes. Se feliz, yo haré lo propio"

Para cuando él quiso responder, abrazarla de vuelta y decirle que él también le quería con todo su corazón, ella estaba junto a la puerta y lo último que él vio fue su coche a toda velocidad por la autopista.

"Vuelo cero dos diecinueve con destino a Australia, por favor abordar por la puerta de embarque número tres. Último llamado"

¿Bufar?

Si supiera qué decir no estaría en estas. Si supiera el momento exacto en que necesitas mis abrazos, no estaría tan lejos. Si supiera que no vas a huir de mis besos, mis caricias, mis miradas; si supiera que me quieres la mitad....

Si vos supieras la necesidad de ti que me apremia cada que no te tengo, si vos supieras lo cruel que es la espera, si vos supieras cómo me pongo si no te veo, cómo sueño con vos, cómo hablo de vos cuando no hablo con vos.

Pero nadie sabe, y nada ni dice ni explica, y nadie quiere demasiado y dejaría todo por nada pero nada sabe que nadie es muy cobarde.

Y su mirada me recorría más de lo que yo podía recordar que alguna vez había tenido, y sus pupilas tan quietas y centradas recordaban el dolor de no tener brazos que rozar, pieles que besar, lunares por contar y sus dientes tan blancos y perfectos pretendían esconder la palabra que me dijo, y sus labios querían morder el viento y no saborearme nunca más. Y se perdía el sonido, se antojaba la luz de día, se perdía el movimiento circular de los sueños, no se soñaba porque se peleaba, no se quería porque se amaba, no se miraba porque se hablaba, no se sentía porque se suponía. 

Y se refundió el tiempo, se apago la luz, se cerro el candado, se perdió la llave. 

Se tuvo miedo. 

Caroline

¿Me odian?

Los tengo muy olvidados, yo sé...

¿Si intento publicar algo decente me disculpan? Pues bueno, aquí va:

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El reloj de su recién comprado Iphone marcaba las veintitrés horas y dieciocho minutos, su auto andaba a no más de veinte kilometros por hora por una avenida en la cual con ese modelo podría ir a doscientos si quisiera, el radio dejaba salir la melancólica voz de Gotye cantando "Now you're just somebody that I used to knoooow" y Caroline pensaba únicamente en que a esa misma hora el vuelo de Camilo estaría aterrizando en Buenos Aires. ¡Cómo le habría gustado viajar con él!.

La puerta de su apartamento estaba sin el seguro que Caroline acostumbraba a poner y aunque al principio quedó un poco sorprendida recordó que dos días atrás le había entregado la llave a Sophie para que entrara cuando quisiera, era la única amiga que tenía en el mundo (¡y bien que sabía porque!) así que no tenía problema alguno en que se quedara allí de vez en cuando.

La música estaba encendida y Sophie disfrutaba tranquilamente de Pedro Guerra recostada en un sillón que ella misma había ayudado a escoger, al sentir la puerta volteó la mirada y saludó a Caroline con una leve inclinación de cabeza. Caroline inmediatamente supo que algo sucedía:

- ¿Está todo bien? -preguntó Caroline
- Si, solo te estaba esperando para saber si querías salir a cenar pero a esta hora creo que mejor me voy a mi casa, descansa.

Para entonces Sophie está recogiendo sus cosas mientras encuentra el derecho de su chaqueta.

- Para, para. ¿qué pasa?
- Nada Caroline, en serio. Todo está perfecto
- Tu no eres así para nada, ¿qué pasa? y es la última vez que te lo pregunto
- Perfecto porque es la última vez que te repito que todo está bien

Sophie está abriendo la puerta del apartamento y recuerda que su celular está cargando en el cuarto principal, se devuelve y dice:

- Que pena contigo, deje el celular en tu habitación, no me demoro nada recogiéndolo y me voy
- Soph, no pienso dejarte salir hasta que me digas qué pasa.
- ¡Caroline! fue un error haberte esperado, no pasa nada. Hablamos mañana

Caroline no sabe qué hacer, por lo que ha escuchado seguramente es su culpa que Sophie esté así pero no recuerda haber faltado a alguna.... ¡Oh, mierda! habían quedado en salir a cenar y ella lo había olvidado, ¡había olvidado una cena con Sophie!, ¿cómo podía ser tan estúpida?

- Sophiiiiie, me vas a disculpar ¿verdad?
- Caroline, tengo sueño y mañana debo trabajar
- Anda, lo he olvidado ¡vale! pero bueno, es la primera cena que olvido en meses y ¡soy yo! ¿recuerdas? eso debería salvarme un poco, ¡Soy yo!
- Si vale, ya sé. Eres una olvidadiza, soy tu única amiga sobre la tierra, me adoras y no quieres perderme jamás. Eso lo sé, tanto como tu sabes que odio que se olviden de las citas que me ponen porque ni siquiera fue que yo te invité a cenar, tu me dijiste: "veámonos en mi casa a las veinte horas, te invito a cenar" yo simplemente acepté y me dejaste plantada Caroline, ¡Me dejaste plantada!

Sophie recogió su celular, salió del apartamento, tomó el primer taxi que se le cruzó por delante. En el camino recibió una llamada de Caroline

-¿qué pasa? - contesto Sophie notablemente irritada
- No vas a volver a hablarme en la vida ¿verdad?
- Eres tu Caroline- respondió Sophie- Eres tu, en dos días se me habrá olvidado y estaré ayudándote a manipular a alguien más, no te preocupes.
-Pe,per.....

Para cuando Caroline quiso responder Sophie había colgado el teléfono, entraba a su apartamento, encendía el televisor y se recostaba a dormir con la misma ropa del día, sobre las cobijas y bastante molesta.

Caroline se recostó en el mismo sillón donde hacía unos minutos Sophie había estado esperándola por más de tres horas, siguió escuchando incansablemente el mismo acetato de Pedro Guerra y sucumbió al cansancio de todo un día corriendo de un lado a otro. A las tres de la mañana despertó más hambrienta que de costumbre, recordó que el día anterior no había almorzado ni cenado y que posiblemente ese era el origen de su hambre desmedida.

Preparo un almuerzo/cena/desayuno rápido y se sentó a comer mientras veía un capítulo repetido de Los Simpsons, cuando aún no eran las cuatro estaba bañada y vestida de nuevo, tomó las llaves de su auto y salió hacia su oficina, tenía algunas fotos por revelar y el nuevo piano que Camilo le había regalado aún estaba sin estrenar.

De verdad quería querer a Camilo, ¡era tan bueno! pero no podía. No quería dejarle tampoco, sus regalos eran cada vez más impresionantes.

Entró al edificio, decidió que no se iría ese día sin estrenar el piano y que aprovecharía lo que estaba viviendo, era lo que siempre había querido

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¿les ha gustado? Si, ya sé que está un poco....largo, digamos haha.

Si les ha gustado no olviden contarme qué creen que podría suceder luego, intentaré seguir con esta historia si o si.

No me abandonen ¿si? Yo no soy para nada como Caroline :)

.

¿El lado amable de la vida?

¡Como si la vida tuviera un lado amable!

´¿y será amor? Ojalá que no.

Ésto, y lo que significa para mi son lo que me hace seguir.

¿Saben? ella, todo lo bello que me dice, todas las cosas que hace por mi y conmigo, todas las bobadas y cosas grandes e importantes que hace, cómo demuestra su amor e incondicionalidad, cómo interpreta "goodnight" en el piano, cómo hace que me levante y siga porque ella va a estar siempre ahí....todo eso es lo que me hace levantar cada mañana y decir:

Ok, Esto lo voy a hacer porque es un paso hacía mejores días, hacia una vida con ella.

No sé...tal vez ustedes no entiendan nada de lo que digo, tal vez nunca nadie entienda lo que siento por ella, lo brutal que resulta que no quiera vivir si ella no está. Tal vez jamás pueda sentir lo que estoy sintiendo, o tal vez sea más común de lo que cualquiera creería pero lo que si les puedo decir es que cuando sigan ese enlace, cuando escuchen esa canción, cuando vean esas imágenes van a poder entender ese vacío que siento cuando ella no está cerca, cuando siento que la puedo perder.

¿qué diablos se hace?

¿y qué se hace con ese hueco que se te abre en el pecho, en el medio del cuerpo cuando ves que se abre un abismo desigual, doloroso y calcinante entre la felicidad y la persona a la que más adoras en el mundo?

Pues yo no sé que se hace pero sé que duele, sé que es lo peor que le puede pasar a alguien, más que perder su propia felicidad, más que estar muerto en vida es ver que la persona a la que más amas lo está.

Lo siento Lisa, tengo que venir acá a decir cuanto me duele que estés así porque no te gusta que sea condescendiente, no te gusta el amor en los momentos de dolor...pues lo lamento pero yo necesito gritarlo y acá al menos no lo verás pronto. No me duele que estés así porque lo estés, no me duele porque quiera que seas perfectamente feliz todo el tiempo, me duele porque no sé qué hacer para que mejore, porque no sé estar ahí.

No saben cuánto le quiero, esto es mayor a mis fuerzas pero necesito que me deje estar ahí.

¿qué se hace cuando tu corazón preferiría latir en su cuerpo y no quedarse inmóvil ante su dolor? ¿qué se hace si pierdes la cabeza y la concentración porque no es justo que la vida la arruine así? ¿qué se hace cuando se te abre un abismo en la mitad del pecho, en la mitad del cuerpo y te deja sin respiración y hace que no quieras comer ni dormir..? ¿qué se hace si no sabes hacer nada?

A new friend...

Hola a la gente que se pasa que según mis estadísticas si existe jajaja espero que no me hayan abandonado por abandonarlos yo a ustedes...es que he estado taaaaaaaaaan ocupada en la universidad! Pero los quiero, no me dejen :D (Estoy de posesiva, como pueden ver). No he usado mucho el blog pero a cambio tengo una libreta donde anoto cosas todos los días.

Hasta la próxima chicos
Au revoir
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No tiene ya, no ha tenido nunca la modestidad en sus conceptos. Le teme al ridículo y entonces lo admira y lo aplaude.

Cree en su unidad y en sus diferencias; se ufana de cosas que todos hicimos o hacemos.
Está sola y se inventa caminos que la alejen de la isla; nada desesperadamente en la dirección opuesta a sus miedos que pueden -en contra de lo que ella creía- nadar en reversa.

No hay puerto seguro alguno a lo largo del camino y se desploma y cae un millón de veces, se levanta, se viste, sonríe y adora llorar -de mentiras- porque le permite por un momento sentirse humana.

Hola A, hace mucho no escribía para ti.

Our dream.......fuck you dream

Algunas cosas han cambiado, no salimos tanto como antes y te extraño más que nunca. Los miedos empiezan a tomar forma y tenerte por siempre en mi vida se ha tornado inaplazable.

Los sueños crecen en nuestros bolsillos y la gloria está justo a la vuelta, parece que tenemos miles de momentos por vivir, y muchos años por delante. Memorias por construir y obstáculos por saltar.

“So if we get the big Jobs and if we get the big money, when we look back now will our jokes still be funny?”. Eso es lo que más me rompe la cabeza, quiero por siempre ser lo que somos; tontos, risa-fácil, hacen-todo-lo-que-pueden-por-verse, felices…

Si la lluvia cae; los sueños huyen rio abajo, las metas parecen cada vez más lejanas, la risa parece inalcanzable, la vida empieza a ser insoportable, la luz inadmisible y la felicidad esquiva ten por seguro que aquí estaré.

No prometo por siempre’s, no prometo que seas el único (aunque puedas llegar a serlo), no prometo mil mañanas, ni sueños compartidos, prometo intentar siempre estar ahí, hacer todo lo que esté a mi alcance para que seas feliz y ser tan insoportable como pueda :D

Prometo romperte al menos mil corazones más, hacerme más insufrible de lo que ya soy y hacerte reír con bobadas propias de lo que hemos vivido.

Te quiero, desde el fondo de mi corazón y con toda la sinceridad de la que puedo hacer uso.

Te quiero como se puede querer a alguien que ha compartido muchos secretos contigo, como se puede querer al alma infantil que no llevo dentro mio. Como se puede querer a quien sospechas que alegrara tu vida por unos cuantos muchos años.

Te quiero y lo declaro en silencio, acariciando teclas que podrían no pertenecerme. Te quiero desde el fondo del corazón que dudo tener y desde el fondo de todos los metabolismos y sustancias químicas que puedan activarse en mi cerebro.

Te quiero y eso no va a cambiar, no lo dudes. N U N C A:

Ni tu ni yo.

Ni tu ni yo matamos nuestro amor, fueron las mentiras dichas a la hora incorrecta.

No fue el miedo, la distancia, la soledad ni el tiempo; fue el si a las tres y no.

No fue haber tomado café en esa esquina cuando llovía, fue no haber abierto la sombrilla cuando caía sol a granel y sin clemencia.

No fue el mazda 3 blanco, el taxi que abrió las puertas con control, ni el apartamento en el salitre con miedo al viento, fue no andar en él, no cerrar las otras ni recorrer el último.

No fueron los mil tres helados de fresa con ciento treinta y cinco chocolatinas, sin maní porque te hinchan; ni fueron las dos tarjetas cursis y repetidas cada tarde de dos a cinco; fue el retrato mal hecho y el diploma mal enmarcado.

No tuvimos la culpa, ni tu ni yo ni el tiempo, ni el sol, ni el viento....solo paso.

Como el hilo rojo de #Touch. Jake knows a couple of things.

No lo abandones

Arranques

Tenía miedo; eso era innegable pero no cedería a él. Tenía miedo hacia años y eso no le había impedido ser tan grande como había sido.

Dos horas para el estreno; cambio de ropa, llave en el starter, mil kilómetros más allá se detiene, hace una llamada:

- No puedo, no volveré, adieu.

Too much.

Camille; nunca cuestionó nada de lo que Neal había dicho; era encantador, tenia los ojos más puros del mundo. Imposible que mintiera.

Dos años, siete meses, treinta y cuatro días, diecisiete minutos y cuarenta y cuatro segundos habrían transcurrido desde el día en que le vio por primera vez; siempre hay una primera vez para todo y aunque esa no era la primera vez que lo cruzaba si la primera que lo vio. Hay muchas cosas en la vida que pasan desapercibidas un día y al siguiente brillan tanto que es imposible no verlas. Neal era de esas.

Llevaban en la misma cama once días, tres minutos y dos segundos apenas y ya deseaba que se fuera. Odiaba tener que verle todos los días; lo divertido era poder huir a su casa cada que quería y que él no supiera donde era. Le gustaba escabullirse para escuchar "true love, it's nothing else but true love" sin que nadie la interrumpiera pero NO; él no la dejaba escuchar su música en paz. Quería analizar cada nota, cada voz, cada instrumento. Aghhhhhh, ¡Como le sacaba de quicio!

Dos horas y tres minutos más; le dice:

- Coge tus cosas, date la vuelta, abre la puerta, da un paso fuera y cierra. Sin llave, por favor.
- ¿Estas loca? son las tres menos diez en la madrugada.
- He esperado desde la una más veinte, por favor...vete.
- No puedo, no tengo dinero ni un auto.
- Tienes dos pies -replicó ella, sorprendentemente fría y distante-
- No tienes corazón, ¿verdad Camille?
- No, por eso quiero que huyas, no debo hacerte daño. Aunque quiera...
- Lo imagino, ganas no te sobrarán - replica visiblemente afectado mientras empieza a doblar cuidadosamente cada pliegue de cada camisa de cada color para meterla en el espacio respectivo en su maleta perfectamente guardada y cuidada-.
- ¿No te cansas de tu maldita monotonia? ¡Estas enfermo, Neal! todo tiene que estar en perfecto orden o enloqueces. Esa no es la vida que queiro para mi.
- Perdón por querer que todo sea perfecto. Solo para ti -y aunque esto último sonó apenas como un suspiro, Camille le oyó-.
- No me culpes de tu estupideces, eres rígido, frío, lejano....un idiota completo.

La madrugada helaba los huesos, el cielo caía suave sobre cada calle de la ciudad y Camille solo podía ser fuerte. No quería verle partir pero tenerlo a su lado era empezar a odiarle, y no quería odiarle.

- Vete, por favor.
- Ya que lo pides amablemente, igual pensaba irme. Estas loca Camille, loca.
- Por lo que sea; vete.

Portazos; lagrima. Una sola, era todo lo que se permitiría jamás. No volvería a verle y eso estaba bien; su amor iba a mantenerse intacto entre menos contacto tuviera con él. Le amaba y no quería arruinar eso. Era el sentimiento más noble que jamás hubiese tenido. Lo atesoraría, aún sin su dueño principal.

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Hola chicos, no sé porque pero me siento super agobiada por las clases. ¿Saben? Tengo mil lecturas por hacer y especialmente las de una materia las aborrezco, odio a una de mis profesoras, adoro a otra y los otros me son completamente impermeables.

Tengo aún esa cosa que debo cumplir. El día que se dé, lo sabré y se los diré inmediatamente.

Empiezo a extrañar el amor, es lindo tener a quien decirle cursiladas a las dos de la mañana menos veinte. ¿No?

Dormiré, mañana debo tener leído lo que no he leído y luego terminar un taller para luego estudiarlo. El martes sacaré un libro de la biblioteca; extraño leer, de verdad. Leer lo que me gusta es un placer que extraño mucho, ahora solo leo lo que debo. Es triste, muy.

Diez de la noche más cuatro y yo debo dormir.

Descansen parquevisitantes y dejenme comentarios. Ver que me visitan sin saber que piensan es triste.

Au revoir.

Nu-jos días

Perder el tiempo armando mundos que jamás voy a visitar, soñar con días que están por venir y creer ciegamente que mi destino es el que yo quiera que sea.
Hemos hablado en los últimos días con un amigo acerca de montar un pequeño "negocio" juntos; me gustan los bares, me la paso bien atendiéndolos y la música es muy relajante.
Esperemos que algo prospere y pueda contarle una que otra locura de las que ocurren en esos pequeños y aislados mundos que a la final son tan todos.

Encontré por fin algunos libros que me atrapan; terminé "El psicoanalista" y es de locura; muy entretenido y poco común. "Hasta los malos poetas aman la muerte" diría Ricky, ¡Cuanta razón!

Algún indigente ha entrado a sus clases siendo ex estudiante de su universidad en una carrera no tan distante a la suya y le da un vuelco a su visión de la vida? Pues en mi caso si fue así. Luego les contaré más acerca de ese día; por ahora no tengo Internet en casa y estas líneas se las robo al tiempo en un café algo atestado y con temor de que alguien logre entrometerse en mi pequeño mundo.

Adieu

Cumplí. Cumpliré siempre.

Hay cosas en la vida que aun sin tener el mínimo contacto con nuestra piel hacen más daño que mil cuchilladas en el centro del corazón y aunque debo admitir que tal vez suene un poco exagerado; así se sentía la primera vez que le dije "No más". 

La única vez que lo dije. Porque me propuse cumplirme y así fue, aunque el contacto con la brisa haga daño, aunque vivir no sea más que dar un paso tras otro sin querer terminar el camino pero sin querer detenerme; me cumplí y no voy a caer.

Ni mil canciones me harán caer; le quiero, es cierto pero la vida no acaba allí.

Mi historia.

No pude más, la curiosidad y las ganas de escribir me trajeron de vuelta. Tomé algunas consideraciones, cuidados y me dispuse a escribir. 

Les cuento primero cómo fue lo de la operación. Nací con un ojo perezoso (el izquierdo) y de pequeña me tenía que poner parches y hacer unas terapias que ha decir verdad eran bastante aburridas, imagínense ustedes a una niña de 4 años entrando a un jardín infantil con un parche que no le permite ver ni por sí misma. ¡El acabose!.  Así que ésta juiciosa infante tan pronto como su madre daba la vuelta sacaba a volar el parche en cuestión y fue creciendo tanto ella como una miopía muy tenaz.

Cuando tenía tal vez 8 o 9 años mi ojo derecho estaba tan puteado como mi ojo izquierdo (Bueno, no es cierto. No tanto) Así que me llevaron al médico y dijo que me podían poner gafas pero que eso significaba un peso brutal por la cantidad de dioptrias que debía tener cada lente. Sin contar con que iba a andar con dos culos de botella por ojos. 

La salida número dos eran los lentes de contacto, y así se hizo. Debía quitármelos para dormir, nadar o ¡llorar! debía planear cuando lloraría pues debía tener los lentes fuera. Y así fue hasta hace once días. 

Mi abuelo que todo lo puede, y es hermoso conmigo me pagó las dos cirugías. 

La del ojo derecho fue simple y con láser, duró mas o menos siete minutos y no tiene mayores cuidados. Con el ojo izquierdo fue un poco más complicado, era sacar el cristalino y poner un nuevo lente (sintético, claro está). No puedo agacharme, hacer esfuerzos ni andar por la calle como si nada así que si ven a alguna loca bajo la lluvia con gafas oscuras, esa soy yo. 

Y eso es todo, aquí estoy; con "ojos nuevos" y feliz :D 

Creo que eso era todo lo que quería decir, ya escribí lo que quería escribir y puedo ser feliz again. Los leeré y no olviden comentarme :) Cada niño desobediente en el parque me hace muy feliz. 

Un receso.

Bueno chicos, paso a contarles con prohibición expresa de mi médico que me han operado la vista...bueno, los ojos.

Volveré en un par de días, los extrañaré, me gusta leerlos. No me olviden.

Caja de abrazos y botella rebosante de besos!!!!!

La mochila.

Cuando no encuentras lo que quieres. Cuando no buscas correctamente, o no eres lo que buscan los que tu buscas (Muy enredado?), empiezas a pensar que jamás en la vida vas a encontrar lo que buscas.

Lo mio no es muy complicado, es lo que todo el mundo quiere ¿no? una vida tranquila (que no es sinónimo de aburrida, tediosa y siguiendolacorriente), haciendo lo que quiere; música, cine, literatura, buenos amigos (que no he encontrado como quiero), una buena compañía, un buen vicio, un nuevo y adictivo pasatiempo.
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Desde donde estaba podía ver toda la ciudad casi a sus pies, siempre le había gustado esa perspectiva de la vida, ese era su lugar favorito en cada ciudad que pudiese visitar, los cerros. Desde las alturas es posible ver el alma de una ciudad, su composición, su vida más allá de lo material.

Él no quería mirarla a los ojos, sabía que ella estaba muy triste y que no importaba lo que pudiera decir, nada iba a mejorar con unas cuantas palabras.

Se hacia de noche  y ella no mostraba deseos de moverse de donde estaba, pronto no habría manera de bajar de allí y ella lo sabía; quería pasar una noche más cerca a las estrellas. En la ciudad es imposible observarlas, las luces, la contaminación y hasta el ruido interfieren con la admiración y la solemnidad con la que deberían ser observadas las estrellas. Por eso le gustaban las zonas apartadas, la soledad aunque nadie le creyera.

Era la única persona que conocía que adoraba cuando toda su familia debía salir y tenía la posibilidad de estar sola en su apartamento, leyendo sin ninguna distracción, viendo la película que quería, en el momento que quería, con los cortes que quería....haciendo lo que quería.

Él en ese momento sobraba y así se lo comunicó:

- Se hace tarde -dijo Camille, tratando de dibujar en su rostro una sonrisa comprensiva- Deberías bajar a la ciudad y comer algo, además está helando y no traes tu abrigo.
- Deja de tratarme como a un niño pequeño -Contestó molesto- No quiero irme, no sin ti.
- Pero yo si, quiero estar sola. Espero que lo entiendas - y acarició su cabello con la suavidad de quien acaricia a un recién nacido, tal vez esperaba que eso aminorara el daño que causaba al decirle que no lo necesitaba a su lado-.
- Ya sé que no soy bienvenido en tu vida pero quiero serlo y no pienso abandonarte. "No crees que es tiempo de empezar de nuevo?"


Ella sabía a lo que se refería, esa era su frase favorita en todo el mundo, de su película favorita. Y respondió lo que Lysa, el personaje principal hubiese dicho:

- Solo yo decido cuando empezar de nuevo, los días pasan y el mundo cambia, no dejes que te atrape el apocalipsis jugando a ser mi salvador, intenta que primero entre tu alma en la maleta, de la mía me ocupo yo.
- Como quieras, el mundo no se acaba porque no me quieras contigo.
- Está bien, adiós.
- Si, adiós para siempre.
- No eres capaz de hacerlo.
- Adiós

De esa noche habían sido ya siete años, tres meses y diecinueve días. ¡Cuánto le echaba de menos!, pero era cierto, debía preocuparse primero por su alma. En el camino encontraría la de él; se le había olvidado lo más importante, la mochila.

No pensaba más que en ella. Sus ojos, su último sol...

Su piel hedía a soledad y alcohol.
Su cabello revuelto, y enredado.

Sus vaqueros rotos y manchados con barro
Su camisa, bueno...lo que quedaba de ella.

Hacía mucho tiempo no recordaba dónde se encontraba.
Doce botella de vino, -por dios, que cosa tan cliché; solo y con resaca de vino, la historia de su vida- descansaban a sus pies, nada más había a su alrededor. ¿El cielo?; plomizo y gris como los últimos dos años y siete meses de su vida.

Con esfuerzo se puso en pie y echo a andar sin rumbo alguno como desde hacia tanto tiempo -más del que podía recordar- hacía.

Cruzó el portal del pueblo y se encontró de repente con un campo gigante de cemento, ese en el que tu y yo hemos estado de pie hace tanto tiempo.

No recordaba cuánto tiempo había pasado desde el día que había probado bocado. No, no recordaba nada de su vida excepto que en sus bolsillos llevaba aquella foto rota y vieja, dos billetes rotos y sucios que esperaban a ser entregados a cambio de una botella de vino. Una llave pegada a la portada de un libro,  tabaco y papel de liar.

Cayó rendido mientras recordaba sus finos labios, sus tristes ojos y su triste "Dos horas hasta el estreno, no tardes demasiado".

Último suspiro de su existencia, vida ya no le quedaba. Fin del cuento, la nieve caía en algún lugar del mundo y eso a él no lo consolaba hacia mucho tiempo.

Divagar.

This is me; me encanta planear cosas que probablemente no voy a llevar a cabo, hacer promesas que sé y saben que no voy a cumplir -y a nadie le molesta-, comer helado cuando llueve, ver películas cursis, tener frío, grabar vídeos que conserven mi vida para cuando mi memoria este cansada.



No me gusta el sol en mi cabeza, el maltrato animal, los fanáticos -en cualquier tema, incluso de sí mismos-, el fútbol si no es en el estadio, el reggaeton, los prejuicios, los cobardes, los comunes, los que no tienen una meta en la vida diferente a ser como se supone que debes ser, los que jamás han cometido una locura por amor. Tener dolor de cabeza.

Me gusta leer blogs hasta las tres de la mañana y tener ganas de escribir como todos sin ser ninguno, las ciudades nocturnas, el silencio en compañia, Buenos Aires -aún sin razón-, el tango y el bandoneón -aún sin tango-, Fernando Delgadillo y la música suave. El mar en la lejanía.



Me desagradan las cosas pegajosas, las peleas, la gente soberbia, la gente orgullosa, las mentiras -como a todos-, el ruido, la multitud, el reggaeton, los cuerdos, la odontología, las agujas, las voces demasiado limpias, los cuerpos demasiado plásticos. Una mente hueca.

Me gusta verte cuando vas entrando a la universidad y yo voy hacia biología, me gusta que me mires y que entiendas que te ignoro porque quiero hacerlo más no porque no me guste verte. Me agrada tu cabello, tus ojos, tu sonrisa, que no sepas que me agradas, también me agrada.



Me desagrada no decirte que me gustas ni poder rozar tus labios, que no me abraces más que con tus ojos y que no me saludes aún si te ignoro.

Sigamos el juego, que es muy divertido.

Au revoir.

El final de un capítulo.

Querido S :

Antes de que desaparezcas es necesario contarte lo que ha venido pasando en este lado del mundo. N ha dejado de creer en si misma, en lo que nos ha contado durante tantos años, ¿recuerdas?. Ya no es la pretenciosa maestra con infulas de valiente por haber sobrevivido a la muerte de un ser querido. Ha empezado a decir que no le importa nada y que va a terminar con su vida lo más pronto posible, cosas repetitivas, como siempre.

En pocos días empieza a trabajar y dice que M le va a seguir haciendo la vida imposible. Con lo buena que es M, pobre y tan calumniada ella. 

Ayer tuve que asumir un reto, olvidarlos a los tres aún cuando han sido una parte muy importante en esta asquerosa vida. No olviden que jamás los quise y que todo fue un reto estúpido que me auto impuse. 

Los odio, como siempre. Con todo el desprecio del mundo

L