Goooooood moooorning

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jueves, enero 26, 2012

La mochila.

Cuando no encuentras lo que quieres. Cuando no buscas correctamente, o no eres lo que buscan los que tu buscas (Muy enredado?), empiezas a pensar que jamás en la vida vas a encontrar lo que buscas.

Lo mio no es muy complicado, es lo que todo el mundo quiere ¿no? una vida tranquila (que no es sinónimo de aburrida, tediosa y siguiendolacorriente), haciendo lo que quiere; música, cine, literatura, buenos amigos (que no he encontrado como quiero), una buena compañía, un buen vicio, un nuevo y adictivo pasatiempo.
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Desde donde estaba podía ver toda la ciudad casi a sus pies, siempre le había gustado esa perspectiva de la vida, ese era su lugar favorito en cada ciudad que pudiese visitar, los cerros. Desde las alturas es posible ver el alma de una ciudad, su composición, su vida más allá de lo material.


Él no quería mirarla a los ojos, sabía que ella estaba muy triste y que no importaba lo que pudiera decir, nada iba a mejorar con unas cuantas palabras.

Se hacia de noche  y ella no mostraba deseos de moverse de donde estaba, pronto no habría manera de bajar de allí y ella lo sabía; quería pasar una noche más cerca a las estrellas. En la ciudad es imposible observarlas, las luces, la contaminación y hasta el ruido interfieren con la admiración y la solemnidad con la que deberían ser observadas las estrellas. Por eso le gustaban las zonas apartadas, la soledad aunque nadie le creyera.

Era la única persona que conocía que adoraba cuando toda su familia debía salir y tenía la posibilidad de estar sola en su apartamento, leyendo sin ninguna distracción, viendo la película que quería, en el momento que quería, con los cortes que quería....haciendo lo que quería.

Él en ese momento sobraba y así se lo comunicó:

- Se hace tarde -dijo Camille, tratando de dibujar en su rostro una sonrisa comprensiva- Deberías bajar a la ciudad y comer algo, además está helando y no traes tu abrigo.
- Deja de tratarme como a un niño pequeño -Contestó molesto- No quiero irme, no sin ti.
- Pero yo si, quiero estar sola. Espero que lo entiendas - y acarició su cabello con la suavidad de quien acaricia a un recién nacido, tal vez esperaba que eso aminorara el daño que causaba al decirle que no lo necesitaba a su lado-.
- Ya sé que no soy bienvenido en tu vida pero quiero serlo y no pienso abandonarte. "No crees que es tiempo de empezar de nuevo?"


Ella sabía a lo que se refería, esa era su frase favorita en todo el mundo, de su película favorita. Y respondió lo que Lysa, el personaje principal hubiese dicho:

- Solo yo decido cuando empezar de nuevo, los días pasan y el mundo cambia, no dejes que te atrape el apocalipsis jugando a ser mi salvador, intenta que primero entre tu alma en la maleta, de la mía me ocupo yo.
- Como quieras, el mundo no se acaba porque no me quieras contigo.
- Está bien, adiós.
- Si, adiós para siempre.
- No eres capaz de hacerlo.
- Adiós




De esa noche habían sido ya siete años, tres meses y diecinueve días. ¡Cuánto le echaba de menos!, pero era cierto, debía preocuparse primero por su alma. En el camino encontraría la de él; se le había olvidado lo más importante, la mochila.

martes, enero 17, 2012

No pensaba más que en ella. Sus ojos, su último sol...

Su piel hedía a soledad y alcohol.
Su cabello revuelto, y enredado.

Sus vaqueros rotos y manchados con barro
Su camisa, bueno...lo que quedaba de ella.

Hacía mucho tiempo no recordaba dónde se encontraba.
Doce botella de vino, -por dios, que cosa tan cliché; solo y con resaca de vino, la historia de su vida- descansaban a sus pies, nada más había a su alrededor. ¿El cielo?; plomizo y gris como los últimos dos años y siete meses de su vida.

Con esfuerzo se puso en pie y echo a andar sin rumbo alguno como desde hacia tanto tiempo -más del que podía recordar- hacía.

Cruzó el portal del pueblo y se encontró de repente con un campo gigante de cemento, ese en el que tu y yo hemos estado de pie hace tanto tiempo.

No recordaba cuánto tiempo había pasado desde el día que había probado bocado. No, no recordaba nada de su vida excepto que en sus bolsillos llevaba aquella foto rota y vieja, dos billetes rotos y sucios que esperaban a ser entregados a cambio de una botella de vino. Una llave pegada a la portada de un libro,  tabaco y papel de liar.

Cayó rendido mientras recordaba sus finos labios, sus tristes ojos y su triste "Dos horas hasta el estreno, no tardes demasiado".

Último suspiro de su existencia, vida ya no le quedaba. Fin del cuento, la nieve caía en algún lugar del mundo y eso a él no lo consolaba hacia mucho tiempo.

martes, enero 10, 2012

Divagar.

This is me; me encanta planear cosas que probablemente no voy a llevar a cabo, hacer promesas que sé y saben que no voy a cumplir -y a nadie le molesta-, comer helado cuando llueve, ver películas cursis, tener frío, grabar vídeos que conserven mi vida para cuando mi memoria este cansada.



No me gusta el sol en mi cabeza, el maltrato animal, los fanáticos -en cualquier tema, incluso de sí mismos-, el fútbol si no es en el estadio, el reggaeton, los prejuicios, los cobardes, los comunes, los que no tienen una meta en la vida diferente a ser como se supone que debes ser, los que jamás han cometido una locura por amor. Tener dolor de cabeza.

Me gusta leer blogs hasta las tres de la mañana y tener ganas de escribir como todos sin ser ninguno, las ciudades nocturnas, el silencio en compañia, Buenos Aires -aún sin razón-, el tango y el bandoneón -aún sin tango-, Fernando Delgadillo y la música suave. El mar en la lejanía.



Me desagradan las cosas pegajosas, las peleas, la gente soberbia, la gente orgullosa, las mentiras -como a todos-, el ruido, la multitud, el reggaeton, los cuerdos, la odontología, las agujas, las voces demasiado limpias, los cuerpos demasiado plásticos. Una mente hueca.

Me gusta verte cuando vas entrando a la universidad y yo voy hacia biología, me gusta que me mires y que entiendas que te ignoro porque quiero hacerlo más no porque no me guste verte. Me agrada tu cabello, tus ojos, tu sonrisa, que no sepas que me agradas, también me agrada.



Me desagrada no decirte que me gustas ni poder rozar tus labios, que no me abraces más que con tus ojos y que no me saludes aún si te ignoro.

Sigamos el juego, que es muy divertido.

Au revoir.

lunes, enero 02, 2012

El final de un capítulo.

Querido S :

Antes de que desaparezcas es necesario contarte lo que ha venido pasando en este lado del mundo. N ha dejado de creer en si misma, en lo que nos ha contado durante tantos años, ¿recuerdas?. Ya no es la pretenciosa maestra con infulas de valiente por haber sobrevivido a la muerte de un ser querido. Ha empezado a decir que no le importa nada y que va a terminar con su vida lo más pronto posible, cosas repetitivas, como siempre.

En pocos días empieza a trabajar y dice que M le va a seguir haciendo la vida imposible. Con lo buena que es M, pobre y tan calumniada ella. 

Ayer tuve que asumir un reto, olvidarlos a los tres aún cuando han sido una parte muy importante en esta asquerosa vida. No olviden que jamás los quise y que todo fue un reto estúpido que me auto impuse. 

Los odio, como siempre. Con todo el desprecio del mundo

L