Perder el tiempo armando mundos que jamás voy a visitar, soñar con días que están por venir y creer ciegamente que mi destino es el que yo quiera que sea.
Hemos hablado en los últimos días con un amigo acerca de montar un pequeño "negocio" juntos; me gustan los bares, me la paso bien atendiéndolos y la música es muy relajante.
Esperemos que algo prospere y pueda contarle una que otra locura de las que ocurren en esos pequeños y aislados mundos que a la final son tan todos.
Encontré por fin algunos libros que me atrapan; terminé "El psicoanalista" y es de locura; muy entretenido y poco común. "Hasta los malos poetas aman la muerte" diría Ricky, ¡Cuanta razón!
Algún indigente ha entrado a sus clases siendo ex estudiante de su universidad en una carrera no tan distante a la suya y le da un vuelco a su visión de la vida? Pues en mi caso si fue así. Luego les contaré más acerca de ese día; por ahora no tengo Internet en casa y estas líneas se las robo al tiempo en un café algo atestado y con temor de que alguien logre entrometerse en mi pequeño mundo.
Adieu
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